Neuro fútbol
En el año 2011 tuve la suerte de compartir una clínica como disertante en Guatemala, con distintos formadores del fútbol mundial, entre ellos tuve el placer de conocer al Sr Horst Weinn, lamentablemente falleció en el 2016. Su pensamiento y metodología de enseñanza de este hermoso deporte se basaba en la técnica individual del futbolista. En su momento me dio un documento que había realizado y estaba estudiando y trataba ni más ni menos de lo que hoy llamamos neuro-fútbol, hoy lo aplicamos en nuestros entrenamientos. Aquí les dejo algunas ideas de su exposición.
Al principio de este nuevo siglo, cuando la tecnología ya entró masivamente en la vida diaria de cualquier ciudadano, la misma fue utilizada cada vez más en la planificación del entrenamiento y en el análisis del rendimiento del deportista (futbolista). Además, se descubrió el órgano que, hasta el inicio del siglo había sido el menos investigado en la búsqueda continua de posibilidades desaprovechadas para la mejora del rendimiento deportivo: el cerebro.
No es ninguna novedad, que nuestros órganos y en especial los músculos, necesitan una estimulación continua, para conseguir un rendimiento óptimo y para mantener este estado durante mucho tiempo hace falta entrenarlos. Muchas empresas orientadas al aumento de sus beneficios enseñaban ya en la última década del siglo pasado el fútbol como mejora del rendimiento de sus empleados. Formaban a su personal durante el horario laboral con cursos en los cuales se estimuló su cerebro, con el objetivo de mejorar su rendimiento, su efectividad en el trabajo, su memoria y su concentración.
Mediante un “Jogging cerebral” no se mantiene sólo la funcionalidad de la red neuronal con diferentes estímulos, sino que se generan nuevas conexiones neuronales (sinapsis) que ayudan al futbolista a conseguir su rendimiento óptimo.
El objetivo de esta moda o tendencia en nuestra sociedad consiste en favorecer de forma óptima el rendimiento de la mente y de la memoria. En el entrenamiento se activan de forma dirigida las funciones básicas del cerebro, tanto el lateral de la lógica como el de la creatividad, mejorando la flexibilidad mental, la capacidad de concentración, el procesamiento de la información y la memoria. Los futbolistas han mejorado en procesar y en ordenar toda la información que han obtenido con sus ojos de una determinada situación de juego, lo que resultó en una mayor capacidad de memoria para nuevos conocimientos y nuevas experiencias. Con poco esfuerzo y bastante diversión muchos futbolistas consiguieron después de algunos meses de preparación cerebral su mejor nivel de rendimiento.
Resumiendo se puede destacar, que a parte de la preparación física y psicológica como factores principales de un rendimiento óptimo, debemos en el futuro fijar la atención en la estimulación de la inteligencia de juego del futbolista mediante preguntas. Solo el jugador que tiene un formador o entrenador que sabe estimular su cerebro varias veces en cada sesión con una gran variedad de estímulos, puede convertirse en un jugador creativo y flexible en su juego. Además, sabe solucionar los problemas con mayor facilidad, comete menos errores y se adapta mejor a nuevas situaciones. Si hasta hoy se medía el rendimiento de un futbolista en términos técnicos, tácticos, de la preparación física y psicológica, ahora también se exige una óptima prestación cerebral porque el fútbol se ha convertido hoy en un juego de cognición, de saber qué, cómo y dónde hacer.
Facundo Alfaro
Director D10 F.C.